sábado, 12 de febrero de 2011

LA VISITA



LA VISITA


LA VISITA

Hoy la he conocido
junto al lecho, sibilante,
enroscada en el dosel.
Atenta a mis fiebres,
declamando en el delirio.

Me ha mirado con ojos
amarillos, desde el alto
pasadizo de su sombra.
Vigilando mi respiro,
besándome el sudor.

La huesuda figura
repicando a su paso,
pidiendo el duelo,
exigiendo la entrega,
se hizo astillas de memoria,
entre mis sábanas.


¡No le temo!
gritó mi mente,
y azorada todavía,
sonrió.
Su lenta carcajada,
asustó a la noche
que mandó velar la luna,
en mi ventana.-

EN EL INTENTO


EN EL INTENTO

De verdad lo he intentado.
Dejando de hacer nada,
haciendo todo
y volviéndome al vacío
de las ferias del alma.
He cruzado océanos
con el pensamiento,
en las ausencias,
en las distancias,
en las rudas alboradas de la carne,
por el sexo crucificado y ajeno.
Con hielo y sal en las venas,
huérfanas de abrazos.
Sobre la piel,
el sello de la soledad
ha tatuado un nombre
y otro rostro me espera,
doblando las esquinas de mi cuerpo.
En el intento de apiadarme
es donde he perdido
la razón, la causa,
el justificado perdón.
Más fácil es vagar fuera de mi,
que hallar en el espejo,
la oscura y repentina convicción
que el amor…
es una herida incalculable.